domingo, 29 de junio de 2014

Asilo de ancianos: ¿Cómo elegir el lugar apropiado?

¿Qué son los asilos de anciano?

Los asilos de ancianos, conocidos también como establecimientos de cuidados especializados, son lugares para personas que no necesitan estar en un hospital pero ya no pueden ser cuidadas en su propio hogar. Esto puede incluir personas con lesiones críticas o enfermedades serias, o aquellas que necesitan cuidados después de una cirugía. La mayoría de los asilos de ancianos tienen ayudantes y enfermeros especializados disponibles las 24 horas del día. Consulte con su proveedor de cuidados de salud para averiguar si un asilo de ancianos es la mejor opción para usted o para un miembro de su familia.
Los asilos de ancianos pueden ser:

Como un hospital. Este tipo de asilo de ancianos a menudo está organizado como un hospital. Los miembros del personal brindan asistencia médica, así como terapia física, del habla y ocupacional. Puede haber una estación de enfermeros en cada piso. Como regla general, una o dos personas viven en un cuarto. Algunos asilos de ancianos permiten que las parejas vivan juntas. Las cosas que hacen que un cuarto sea especial, como fotos de la familia, a menudo son bien recibidas.

Como un hogar de familia. Estos establecimientos están diseñados para que funcionen más como un hogar de familia y las rutinas diarias no están fijadas. Los equipos formados por el personal y los residentes tratan de crear un ambiente relajado. A menudo las cocinas están abiertas para los residentes, las decoraciones crean un sentido hogareño y a los miembros del personal se les anima a desarrollar relaciones con los residentes.

Como una combinación de ambos. Algunos asilos de ancianos combinan las unidades que funcionan como un hospital y aquellas que funcionan como un hogar de familia.

Tenga en mente los siguientes consejos

Si usted necesita ir a un asilo de ancianos después de una estadía en un hospital, el personal del hospital puede ayudarle a encontrar uno que proporcione la clase de cuidado que sea mejor para usted. La mayoría de los hospitales tienen trabajadores sociales que pueden ayudarle con estas decisiones. Si usted está buscando un asilo de ancianos, pida a los miembros del personal del consultorio de su médico que le den algunas recomendaciones. Una vez que usted sepa qué opciones tiene, es una buena idea que:

Considere. ¿Qué es importante para usted? ¿Cuidados de salud brindados por enfermeros, comidas, terapia física, una conexión religiosa, cuidados de hospicio o Unidades de Cuidados Especiales para pacientes con demencia? ¿Desea un lugar ubicado cerca de la familia y los amigos para que ellos puedan visitar fácilmente?

Pregunte. Hable con amigos, parientes, trabajadores sociales y grupos religiosos para averiguar qué lugares ellos sugieren. Pregunte a los proveedores de cuidados de salud cuáles son los asilos de ancianos que ellos creen que proporcionan buenos cuidados. Utilice esas sugerencias para hacer una lista de los asilos que ofrecen los tipos de servicios que usted quiere.

Llame. Contacte a cada uno de los lugares en su lista. Haga preguntas sobre cuántas personas viven en el lugar y cuánto cuesta. Averigüe sobre las listas de espera.

Visite. Haga planes para conocer al director del asilo y al director del departamento de enfermería.

Hable. No tema hacer preguntas. Por ejemplo, usted puede pedir a miembros del personal que le expliquen la razón de cualquier olor fuerte. Los malos olores pueden indicar un problema; los buenos olores pueden ocultar un problema. Tal vez quiera averiguar cuánto tiempo llevan de trabajar en el asilo de ancianos el director y los jefes de los departamentos de enfermería, alimentación y servicios sociales. Si los miembros principales del personal cambian a menudo, esto podría significar que hay algo que no está funcionando bien.

Visite de nuevo. Haga una segunda visita sin antes llamar para dar aviso previo. Trate de ir durante otro día de la semana o a una hora diferente para poder conocer a otros miembros del personal y ver actividades diferentes. Visite a la hora de las comidas y observe si el comedor es atractivo y está limpio y si la comida se ve apetecible.

Entienda. Una vez que usted haya elegido un asilo de ancianos, lea el contrato cuidadosamente. Hágale preguntas al director o al director asistente sobre cualquier cosa que no entienda. Pídale a un buen amigo o miembro de la familia que también lea el contrato antes que usted lo firme.


Fuente:
http://www.nia.nih.gov/espanol/publicaciones/asilos-de-ancianos

El maltrato a los ancianos

¿Qué es el «maltrato de los ancianos»?

El maltrato hacia los adultos mayores lo podemos definir como «todo acto aislado o reiterado, o la omisión de una intervención adecuada, en el contexto de una relación en la que existen expectativas de confianza, y que causa perjuicio o angustia a una persona de edad avanzada». Puede adoptar muchas formas: maltrato físico, psicológico y sexual, explotación económica, abandono pasivo y autoabandono, abuso de medicamentos, abandono activo, castigo por culpas ajenas y marginación de las personas mayores en las instituciones o en las políticas sociales y económicas.

En muchas partes del mundo el maltrato de los ancianos pasa casi inadvertido. Hasta hace poco, este grave problema social se ocultaba a la vista del público y se consideraba como un asunto esencialmente privado. Incluso hoy en día, el maltrato de los ancianos sigue siendo un tema tabú, por lo común subestimado y desatendido por sociedades de todo el mundo. Sin embargo, cada día hay más indicios de que el maltrato de los ancianos es un importante problema de salud pública y de la sociedad.

Con una población mundial de ancianos (de 60 años en adelante) que está previsto que se triplique de 672 millones en 2005 a casi 1900 millones en 2050 , aumenta la preocupación por el maltrato de estas personas. Prevenirlo exige mejorar nuestro conocimiento de su prevalencia e identificar y corregir los factores de riesgo.

El problema existe en los países en desarrollo y desarrollados y por lo general no se notifica en grado suficiente en todo el mundo. Tan solo en unos pocos países desarrollados hay tasas de prevalencia o estimaciones, que se sitúan entre un 1% y un 10%. Aunque la magnitud del maltrato de los ancianos se desconoce, su importancia social y moral salta a la vista. En tal virtud, exige una respuesta mundial multifacética que se centre en la protección de los derechos de las personas de edad.

Las formas de definir, detectar y resolver el maltrato de los ancianos tienen que enmarcarse en el contexto cultural y considerarse junto con los factores de riesgo que tienen una especificidad cultural. Por ejemplo, en algunas sociedades tradicionales se obliga a las viudas de edad a casarse de nuevo, mientras que en otras las mujeres mayores que viven solas son acusadas de practicar la brujería.

Desde los puntos de vista sanitario y social, si los sectores de atención primaria de salud y servicios sociales no están bien dotados para detectar y resolver el problema, el maltrato de los ancianos seguirá estando semioculto.



Fuente:
http://www.who.int/ageing/projects/elder_abuse/es/

Cuidados en la alimentación en el adulto mayor

Las personas de edad avanzada necesitan de una alimentación saludable debido a que a causa de la edad se encuentran vulnerables a agentes patógenos. Esto puede ayudarles a prevenir enfermedades. Una dieta saludable incluye una alimentación variada, pero los alimentos crudos son peligrosos porque pueden contener muchos gérmenes.

¿Por qué las personas mayores se enferman al ingerir alimentos crudos?

A medida que envejecemos, cada vez es más difícil combatir los gérmenes y más fácil enfermarse por los gérmenes presentes en los alimentos. Si usted tiene diabetes, enfermedad renal o recibe ciertos tratamientos 
para el cáncer, el riesgo puede ser mayor.

Estos los alimentos que deben evitarse:

·         Pescado crudo
·         Mariscos crudos, tales como ostras, almejas, mejillones y vieiras
·         Carnes o aves crudos
·         Leche o queso crudos o no pasteurizados
·         Quesos blandos, como queso tipo feta, brie, azul y de estilo mexicano
·    Huevos o productos derivados del huevo, crudos o parcialmente cocidos, tales como aderezos para ensalada, masa para galletas, mezcla para tortas, salsas y bebidas, como ponche de huevo
·         Brotes sin cocinar
·         Jugos de frutas y verduras no pasteurizados o no tratados



Fuente:
http://www.nia.nih.gov/sites/default/files/foodsafetyseniorsspanish.pdf

La comunicación en la enfermedad de Alzheimer

La enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencias disminuyen gradualmente la capacidad de la persona para comunicarse. La comunicación con una persona con Alzheimer requiere paciencia, comprensión y buena capacidad de escucha. El siguiente articulo tiene por objetivo brindar una serie de recomendaciones y estrategias para poder comunicarse de la mejor manera posible con un una persona que sufre de demencia.

Cambios en la comunicación

Los cambios ocurridos en la capacidad de comunicación en las personas a causa del Alzheimer difieren en cada caso. En los primeros estadios de la enfermedad la comunicación con la persona puedo no parecer diferente, o podría repetir las mismas historias o tener la incapacidad de encontrar la palabra adecuada para comunicarse. Mientras progresa la enfermedad, el cuidador podría reconocer cambios como:
·         El uso de palabras familiares repetidamente
·         Crear nuevas palabras para describir objetos familiares
·         Perder fácilmente la ilación del discurso
·         Tener dificultades para organizar lógicamente las palabras
·         Hablar menos seguido

Ayuda a comunicarse a la persona con Alzhaimer

La gente con demencia de Alzheimer tienen más problemas para comunicar pensamientos y emociones. También tienen problemas para entender a los demás. Aquí siguen algunas formas de ayudar a la persona con Alzheimer a comunicarse.

Ser paciente

Hazle saber a la persona que la estás escuchando y tratando de entender. Muéstrale a la persona que te interesa lo que está diciendo y ten cuidado de no interrumpir.

Ofrecer comodidad y seguridad

Si la persona está teniendo problemas al comunicarse, déjale saber que está bien, qué es algo normal. Alienta a la persona a seguir expresando lo que piensa.

Evitar criticar o corregir

No le digas al adulto mayor que lo que diciendo es incorrecto. En lugar de eso, Escucha e intenta comprender el significado de lo que está diciendo. Repite lo que dijo si eso ayuda a clarificar lo dicho.

Evitar discutir

Si la persona dice algo sobre lo cual no estás de acuerdo, no intentes contradecirlo. Discutir usualmente sólo empeora las cosas.

Alentar la comunicación no verbal

Si no entiendes lo que se está diciendo, pide a la persona que se ayude con gestos
.
Limitar las distracciones


Elegir un lugar tranquilo para conversar. El entorno debe apoyar la capacidad de la persona para centrarse en sus pensamientos.

Enfocarse en los sentimientos, no en los hechos

A veces las emociones que se expresan son más importantes que lo que se dice. Busque los sentimientos detrás de las palabras. A veces, el tono de voz y otras acciones puede dar pistas.

Las mejores maneras de comunicarte

Mientras que una persona con una etapa más avanzada la enfermedad de Alzheimer no siempre puede responder, él o ella todavía necesita y se beneficia una comunicación continua. Cuando se comunique con una persona con demencia, es especialmente importante elegir cuidadosamente sus palabras.

Identifíquese

Acérquese a la persona de frente y decir quién eres. Mantenga un buen contacto visual; si la persona está sentada o reclinada, bajar a ese nivel.

Llame a la persona por su nombre.

Ayuda a orientar a la persona y a prestar atención.

Utilice, palabras y oraciones cortas y simples.

Solicitudes o historias largas pueden ser abrumadoras. Hacer una pregunta a la vez.

Hable despacio y claramente.

Sea consciente de la velocidad y la claridad. Use un tono amable y relajado - un tono más bajo es más calmante.

Pacientemente esperar una respuesta.

La persona puede necesitar más tiempo para procesar lo que ha dicho

Repita información o preguntas cuando sea necesario.

Si la persona no responde, espere un momento. Luego vuelva a preguntar.

Transforma las preguntas en respuestas.

Proporcionar la solución y no el problema. Por ejemplo, diga "El cuarto de baño está justo aquí", en lugar de preguntar, "¿Necesitas ir al baño?"


Fuente:
http://www.alz.org/care/dementia-communication-tips.asp

Efecto de la edad y el entrenamiento sobre la memoria

El objetivo de este  trabajo realizado por investigadores de diferentes universidades argentinas fue evaluar el efecto de la edad y el entrenamiento sobre una tarea de recuerdo de palabras. En función de los antecedentes, se esperó hallar que los sujetos adultos jóvenes recordaran mayor cantidad de palabras que los adultos maduros, y que el entrenamiento mejorara el rendimiento en ambos grupos etarios.

Método

Participantes. El Grupo Maduros (n=30) estaba formado por personas de entre 65 y 90 años de edad y el Grupo Jóvenes (n=30), entre 18 y 25 años. Cada uno estuvo conformado por iguales cantidades de hombres y mujeres. El nivel educativo de ambos grupos fue homogéneo: los sujetos jóvenes tenían nivel secundario completo y continuaban sus estudios, y para los grupos de sujetos maduros se seleccionaron individuos que como mínimo hubieran finalizado la escuela primaria.

Instrumentos.

Se utilizó una lista de 15 palabras seleccionadas según la longitud y el uso de las mismas. La selección se realizó tomando 30 páginas de Internet, las cuales se analizaron con un contador de palabras. El criterio para determinar las palabras más utilizadas fue la selección de los términos que aparecieron más veces en el contador de palabras, y como las menos usadas, las que menos puntuaron. La lista quedó conformada por palabras de diversa longitud (cortas y largas) y uso (más utilizadas, uso medio y poco uso).

Procedimiento.

Se utilizó un diseño factorial 2x2, cuyos factores fueron Edad (jóvenes-maduros) y Entrenamiento (con entrenamiento-sin entrenamiento), ambos factores, intersujeto. La administración fue individual. Los sujetos de los Grupos Maduros sin entrenamiento (MSE) y Jóvenes sin entrenamiento (JSE), realizaron una prueba en la cual se les leyó una lista de palabras y luego de 10 segundos se les pidió que nombraran en voz alta cuáles recordaban, en cualquier orden. El investigador registraba las palabras que decía el sujeto. A los grupos Maduros con entrenamiento (MCE) y Jóvenes con entrenamiento (JCE) se les tomó un pre-test igual al de los grupos sin entrenamiento, e inmediatamente después se les administró un entrenamiento, que consistió en la lectura de las primeras 2 palabras de la lista, pidiéndole luego al sujeto que las nombrara; a esas 2 palabras se le agregaron otras 3 (siendo ahora un total de 5 palabras) y se le pidió que nombrara la totalidad de las palabras; luego se le agregaron otras 2 más, y se volvió a pedir al sujeto que las nombrara (sumando las anteriores también); seguidamente otras 3, y así sucesivamente hasta alcanzar el final de la lista de 15 palabras, leídas por el experimentador.

Las listas de palabras fueron leídas en el mismo orden para todos los sujetos. Finalmente se les tomó un post-test, de idéntico procedimiento que el pre-test, es decir, se volvió a leer la misma lista de 15 palabras, y se registró la cantidad recordada. La medida dependiente fue la cantidad de palabras recordadas en ambas pruebas.

Resultados

Los resultados muestran, tal como se observó en investigaciones previas, que los grupos maduros muestran un deterioro en la memoria. Esto se refleja en un recuerdo de palabras significativamente menor en los grupos de maduros, en comparación con los grupos de jóvenes al comienzo del estudio.


Por otro lado, se halló que el entrenamiento produjo un incremento en la cantidad de palabras recordadas en ambos grupos etarios. Los grupos que recibieron entrenamiento se diferenciaron de sus controles, sin entrenamiento. Los grupos JSE y MCE obtuvieron un rendimiento similar en la tarea de recuerdo de palabras. Estos resultados sugieren que el entrenamiento cognitivo es relevante no sólo para ancianos, sino también para individuos jóvenes. Ambos grupos etarios podrían sufrir un deterioro en la memoria si no ejercitan esta función, la cual podría ser mejorada mediante técnicas de entrenamiento.



Fuente:
http://www.psiencia.org/index.php/psiencia/article/viewArticle/59/97

Pérdida de la audición en el adulto mayor

La pérdida de la audición es una situación bastante común en personas mayores de 60 años. Cerca de la mitad de la gente que tiene 85 o más años de edad sufre de pérdida de la audición. Sea pequeña la pérdida de la audición (no se detectan ciertos sonidos) o grande (ser totalmente sordo), ello constituye un problema grave. Si no se trata, los problemas pueden empeorar.

La pérdida de la audición puede afectar la vida de la persona que lo padece de distintas maneras. Puede perderse las charlas con amstades y familiares. Al hablar por teléfono, puede descubrir que es difícil escuchar lo que dice la persona que llama. Puede incluso llegar a marginarlo de la participación en la sociedad.

Si usted tiene problemas para oir, hay maneras de ayudarle. Empiece consultando a un médico. Dependiendo del tipo y alcance de su pérdida de audición, hay muchas opciones de tratamiento que pueden servirle. La pérdida de la audición no tiene por qué interferir en su habilidad para disfrutar de la vida.
Consulte a un médico si usted tiene problemas:

·         Al escuchar las conversaciones por teléfono,
·         Le resulta difícil entender las conversaciones cuando hablan dos o más personas,
·         Debe subirle el volumen a la televisión a un nivel tan alto que las demás personas se quejan de ello,
·         Tiene problemas al escuchar debido a los ruidos de fondo,
·         Tiene la impresión que las otras personas parecen hablar entre dientes, o
·         No puede entender cuando las mujeres y los niños le hablan.

¿Qué causa la pérdida de audición?

La pérdida de la audición puede tener distintas causas, incluyendo el proceso de envejecimiento, la acumulación de cera en los oídos, haber estado expuesto a ruidos de mucho volumen durante un período de tiempo largo, infecciones virales o bacterianas, problemas del corazón o derrames cerebrales, lesiones en la cabeza, tumores, ciertas medicinas y herencia.

¿Qué tipos distintos de pérdida de audición existen?

La Presbiacusia es la pérdida de la audición relacionada con la edad. Es común en gente de más de 50 años de edad. Las personas que sufren este tipo de pérdida de la audición pueden tener problemas para oir lo que dicen los demás, o pueda que no soporten ruidos fuertes. El deterioro es lento. Así como el cabello encanece lenta o rapidamente, la presbiacusia puede progresar gradualmente o en forma rápida. Puede ser causada por pérdida de audición 

sensorineural. Este tipo de pérdida de la audición resulta de daños a las partes internas del oído, el nervio auditivo o los trayectos de la audición en el cerebro. La presbiacusia puede ser causada por la edad, ruidos fuertes, herencia, lesiones en la cabeza, infecciones, enfermedades, ciertas medicinas recetadas y problemas de circulación, como la presión arterial alta. El grado de pérdida de la audición varía de una persona a otra. Además, una persona puede tener un grado diferente de pérdida de audición en cada oído.

El Tinnitus acompaña muchas formas de pérdida de la audición, incluyendo las que a menudo vienen con el envejecimiento. La gente que sufre de tinnitus puede escuchar un zumbido, estruendo o algún otro ruido dentro de sus oídos. El tinnitus puede ser causado por un ruido fuerte, pérdida de la audición, ciertas medicinas recetadas y otros problemas de salud, como alergias y problemas en el corazón y en los vasos sanguíneos. A menudo no está claro por qué ocurre el zumbido. El tinnitus puede aparecer y desaparecer, puede detenerse por completo, puede continuar o puede llegar a ser permanente.

La pérdida conductiva de la audición ocurre cuando algo bloquea los sonidos que son transportados desde el tímpano (membrana timpánica) al oído interno. La acumulación de cera en los oídos, los fluidos en el oído medio, el crecimiento anormal de los huesos, un tímpano perforado o una infección en el oído medio, pueden causar este tipo de pérdida de la audición.

¿Cómo puedo ayudar a una persona que sufre de pérdida de la audición?

He aquí algunas sugerencias que usted puede utilizar al hablar con alguien que tiene un problema de audición:
·         Mire a la persona a la cara y háblele claramente.
·         Háblele a una velocidad razonable; no oculte su boca, ni coma o mastique chicle.
·         Ubíquese en un lugar con buena iluminación y reduzca los ruidos de fondo.
·         Use expresiones o gestos faciales que le sirvan de claves útiles a la persona que no oye bien.
·         Repita sus palabras, de ser necesario, usando términos distintos.
·         Al hablar incluya a la persona que sufre de pérdida de la audición al hablar. Hable con la persona, no acerca de la persona, cuando esté con los demás. Esto ayuda a impedir que la persona que sufre pérdida de audición se sienta sola y excluida.
·         Tenga paciencia; mantenga una actitud positiva y calmada.
·         Pregunte cómo puede ayudar


.

El duelo por la muerte del cónyuge

La muerte del cónyuge genera grandes cambios en la vida del adulto mayor. La persona se encuentra en duelo, sintiendo dolor y pena por la pérdida. Puedo incluso a llegar a asentirse culpable por el simpe hecho de estar vivo y su pareja no. Si el cónyuge murió en un asilo de ancianos, es posible que el anciano sienta que ojalá hubiera podido cuidar de él o ella en su hogar. Todos estos sentimientos son normales. No hay reglas sobre cómo debe sentirse. No hay una manera correcta o incorrecta de estar en duelo.

La persona que sufre la pérdida puede experimentar tanto dolor físico como emocional. El adulto mayo puede llegar a presentar problemas para dormir, pérdida de apetito, problemas para concentrarse y dificulta para tomar decisiones.

Cuando se sufre por la pérdida del cónyuge, una parte importante del proceso es reordenar la vida que se lleva. Esta puede llegar a ser una tares muy difícil ya que depende mucho de la capacidad resiliente de la persona y volver a sus actividades. Algunas personas pueden sentirse mejor antes de lo que esperaban; otras pueden tomar más tiempo. A medida que pasa el tiempo, puede que aún siga echando de menos a su cónyuge, pero para la mayoría de la gente, el dolor intenso disminuirá. Habrá días buenos y malos. Usted sabrá que se está sintiendo mejor cuando los días buenos empiezan a superar en número a los días malos.

¿Qué se puede hacer?

Estas son una serie de recomendaciones que puede ayudar a la persona que experimenta la pérdida del cónyuge.

Cuídese. El sufrimiento puede ser pesado para la salud. Trate de alimentarse bien, haga que el ejercicio sea parte de su rutina diaria, tome sus medicamentos y duerma lo suficiente. Los malos hábitos, como beber demasiado alcohol o fumar, pueden poner en riesgo su salud. Manténgase al día con sus visitas habituales a su proveedor de atención médica.

Hable con amigos que se preocupan por usted. Déjeles saber a sus familiares y amigos cuando usted desea hablar de su esposo o esposa. Puede ayudarle estar con gente que le permite decir lo que usted está sintiendo.

Participe en un grupo de apoyo para personas que están sufriendo. A veces ayuda hablar con personas que también están sufriendo. Consulte con hospitales, comunidades religiosas y agencias locales para obtener información sobre grupos de apoyo.

Trate de no hacer cambios importantes inmediatamente. Es una buena idea esperar un tiempo antes de tomar decisiones importantes, como mudarse de casa o cambiar de trabajo.

Visite a su médico. Si está teniendo dificultad para realizar sus actividades diarias, como vestirse o preparar comidas, hable con su proveedor de atención médica.

No tema buscar ayuda profesional. A veces, una terapia de conversación a corto plazo con un consejero puede ayudar.

Recuerde que sus hijos también están sufriendo. Es posible que usted encuentre que su relación con sus hijos ha cambiado. Tomará tiempo para que toda la familia se ajuste a una vida sin su cónyuge.


El duelo toma tiempo. Es común tener altibajos emocionales por un tiempo.