jueves, 3 de abril de 2014

Campaña de la OMS por un envejecimiento activo

El término envejecimiento activo fue adoptado por la Organización Mundial de la Salud a finales de los años 90 con la intención de transmitir un mensaje más completo que el de envejecimiento saludable y, de este modo, reconocer los factores que junto a la atención sanitaria afectan a la manera de envejecer de los individuos y las poblaciones. Significa aprovechar al máximo las  oportunidades para tener un bienestar  físico, psíquico y social durante toda la  vida. El objetivo es extender la calidad y  esperanza de vida a edades avanzadas.

Según la Organización Mundial de la salud (OMS), el envejecimiento activo se define como “el proceso por el que se optimizan las oportunidades de bienestar físico, social y mental durante toda la vida, con el objetivo de ampliar la esperanza de vida saludable, la productividad y la calidad de vida en la vejez”. Esta definición no sólo contempla el envejecimiento desde la atención sanitaria, sino que incorpora todos los factores de las áreas sociales, económicas y culturales que afectan al envejecimiento de las personas.

El planteamiento del envejecimiento activo se basa en el reconocimiento de los derechos humanos de las personas mayores y en los principios de las Naciones Unidas de independencia, participación, dignidad, asistencia y realización de los propios deseos. Sustituye la planificación estratégica desde un planteamiento “basado en las necesidades” (que contempla a las personas mayores como objetivos pasivos) a otro “basado en los derechos”, que reconoce los derechos de las personas mayores a la igualdad de oportunidades y de trato en todos los aspectos de la vida a medida que envejecen.

Una población que envejece

Se estima que en el mundo hay unos 605  millones de personas de más de 60 años. La proporción de personas de edad seguirá  aumentando durante las próximas décadas.  Para el año 2025 se estima que habrá 1.200  millones de personas de edad en todo el  mundo y dos de cada tres vivirán en países  en desarrollo.

Hace medio siglo la mayoría de las  personas moría antes de cumplir los 50  años de edad. Desde entonces, una mejor  nutrición, una mejor sanidad y unas  condiciones de vida superiores, en  combinación con los avances de las  ciencias médicas, han aumentado la  esperanza de vida. El reto del siglo XXI es  asegurar una calidad de vida óptima para  las personas de edad y retrasar la aparición  de discapacidades propias de la edad.

Es a causa de este hecho incontrovertible que el envejecimiento activo debe considerarse un objetivo primordial tanto de la sociedad como de los responsables políticos, intentando mejorar la autonomía, la salud y la productividad de los mayores mediante políticas activas que proporcionen su apoyo en las áreas de sanidad, economía, trabajo, educación, justicia, vivienda, transporte, respaldando su participación en el proceso político y en otros aspectos de la vida comunitaria.

El envejecimiento activo se aplica tanto a los individuos como a los grupos de población, permitiendo a las personas realizar su potencial de bienestar físico, social y mental a lo largo de todo su ciclo vital, mientras participan en la sociedad de acuerdo con sus necesidades, deseos y capacidades, proporcionándoles protección, seguridad y cuidados adecuados cuando necesitan asistencia.

La edad no es un obstáculo para la actividad física

Hacer ejercicio de forma sistemática, es decir, estar activo físicamente durante treinta minutos diarios, puede mejorar significativamente la salud y el bienestar de las personas. Los beneficios múltiples e inmediatos para la salud incluyen: mejor balance, coordinación, fuerza muscular, flexibilidad, resistencia aeróbica/cardiovascular y un mejor metabolismo.

La actividad física también juega un papel importante en la prevención y tratamiento de enfermedades, incluyendo enfermedades cardiovasculares, osteoporosis, diabetes tipo II y algunos tipos de cáncer. Nunca es tarde para comenzar a hacer ejercicio.

Caminatas

Caminar es un ejercicio ideal para personas de edad. Uno puede caminar solo, con su perro o con amigos y no se requiere ningún equipo especial para hacerlo. Las caminatas pueden convertirse en una actividad social que ayuda a las personas a integrarse en la sociedad. Caminando regularmente, una persona de edad mejora su condición física y mantiene su independencia y calidad de vida. Para muchos, el incentivo para hacer ejercicio no es el beneficio para la salud sino el placer de hacerlo











Fuente:
www.who.int/topics/ageing/es/

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