El término envejecimiento
activo fue adoptado por la Organización Mundial de la Salud a finales de los
años 90 con la intención de transmitir un mensaje más completo que el de
envejecimiento saludable y, de este modo, reconocer los factores que junto a la
atención sanitaria afectan a la manera de envejecer de los individuos y las
poblaciones. Significa aprovechar al máximo las
oportunidades para tener un bienestar
físico, psíquico y social durante toda la vida. El objetivo es extender la calidad y esperanza de vida a edades avanzadas.
Según la Organización
Mundial de la salud (OMS), el envejecimiento activo se define como “el proceso
por el que se optimizan las oportunidades de bienestar físico, social y mental
durante toda la vida, con el objetivo de ampliar la esperanza de vida
saludable, la productividad y la calidad de vida en la vejez”. Esta definición
no sólo contempla el envejecimiento desde la atención sanitaria, sino que
incorpora todos los factores de las áreas sociales, económicas y culturales que
afectan al envejecimiento de las personas.
El planteamiento del
envejecimiento activo se basa en el reconocimiento de los derechos humanos de
las personas mayores y en los principios de las Naciones Unidas de
independencia, participación, dignidad, asistencia y realización de los propios
deseos. Sustituye la planificación estratégica desde un planteamiento “basado
en las necesidades” (que contempla a las personas mayores como objetivos
pasivos) a otro “basado en los derechos”, que reconoce los derechos de las
personas mayores a la igualdad de oportunidades y de trato en todos los
aspectos de la vida a medida que envejecen.
Una
población que envejece
Se estima que en el mundo
hay unos 605 millones de personas de más
de 60 años. La proporción de personas de edad seguirá aumentando durante las próximas décadas. Para el año 2025 se estima que habrá
1.200 millones de personas de edad en
todo el mundo y dos de cada tres vivirán
en países en desarrollo.
Hace medio siglo la mayoría
de las personas moría antes de cumplir
los 50 años de edad. Desde entonces, una
mejor nutrición, una mejor sanidad y
unas condiciones de vida superiores,
en combinación con los avances de
las ciencias médicas, han aumentado
la esperanza de vida. El reto del siglo
XXI es asegurar una calidad de vida
óptima para las personas de edad y
retrasar la aparición de discapacidades
propias de la edad.
Es a causa de este hecho
incontrovertible que el envejecimiento activo debe considerarse un objetivo
primordial tanto de la sociedad como de los responsables políticos, intentando
mejorar la autonomía, la salud y la productividad de los mayores mediante
políticas activas que proporcionen su apoyo en las áreas de sanidad, economía,
trabajo, educación, justicia, vivienda, transporte, respaldando su participación
en el proceso político y en otros aspectos de la vida comunitaria.
El envejecimiento activo se
aplica tanto a los individuos como a los grupos de población, permitiendo a las
personas realizar su potencial de bienestar físico, social y mental a lo largo
de todo su ciclo vital, mientras participan en la sociedad de acuerdo con sus
necesidades, deseos y capacidades, proporcionándoles protección, seguridad y
cuidados adecuados cuando necesitan asistencia.
La
edad no es un obstáculo para la actividad física
Hacer ejercicio de forma
sistemática, es decir, estar activo físicamente durante treinta minutos diarios,
puede mejorar significativamente la salud y el bienestar de las personas. Los
beneficios múltiples e inmediatos para la salud incluyen: mejor balance,
coordinación, fuerza muscular, flexibilidad, resistencia aeróbica/cardiovascular
y un mejor metabolismo.
La actividad física también
juega un papel importante en la prevención y tratamiento de enfermedades,
incluyendo enfermedades cardiovasculares, osteoporosis, diabetes tipo II y
algunos tipos de cáncer. Nunca es tarde para comenzar a hacer ejercicio.
Caminatas
Caminar es un ejercicio
ideal para personas de edad. Uno puede caminar solo, con su perro o con amigos
y no se requiere ningún equipo especial para hacerlo. Las caminatas pueden
convertirse en una actividad social que ayuda a las personas a integrarse en la
sociedad. Caminando regularmente, una persona de edad mejora su condición
física y mantiene su independencia y calidad de vida. Para muchos, el incentivo
para hacer ejercicio no es el beneficio para la salud sino el placer de hacerlo
Fuente:
www.who.int/topics/ageing/es/
Fuente:
www.who.int/topics/ageing/es/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario